Daniel Martín Castellano, maestro, narrador y escritor.
Casetas repartidas por todo el parque de Santa Catalina (Las Palmas de Gran Canaria) forman un mundo aparte. Lugar de encuentro y donde las cuartillas laten palabras en escala de grises y se pasean vestidas de multicolor, para regalar sueños.
La Feria del Libro se espera y se celebra, cada año, acogiendo a gente escritora y gente lectora, editoriales y librerías. Y entre los que nos hacen amar las palabras está Daniel Martín Castellano: Un hombre con el alma de un niño risueño, modesto y generoso.
En la carpa de la editorial Bilenio nos encontramos con la espléndida sonrisa de Daniel Martín mientras dos de sus lectoras, madre e hija, se paran delante de la carpa y le comentan sobre el último cuento que narra y edita, bajo el nombre de “Suelta de Cuentos” (Youtube).
Daniel, estas rodeado de criaturas todo el día. Trabajas con niñas y niños, escribes y fomentas la lectura de libros, mayoritariamente, para público infantil y juvenil… ¿Cómo te vería el Daniel Martín de 10 años, el niño que fuiste?
Yo creo que no se sorprendería porque yo sigo siendo ese niño, si no fuera así sería imposible escribir esto.
¿Se sentiría orgulloso?
Más bien satisfecho.
¿Cómo es participar como escritor en las ferias de libros?
Hago un esfuerzo por disimularlo pero me da mucha vergüenza.
¿Compensa ese esfuerzo para poder poner cara a tus lectores?
Eso me encanta porque yo soy… -medita un momento, rodeado de sus últimos libros-. Soy muy descuidado con lo que escribo. Una vez que está escrito no suelo releer ni corregir en segundas ediciones porque pienso que el libro deja de ser mío, así que cuando viene un lector, es como si me fuese a enseñar algo que es suyo y ocurre que me reconozco en eso que me enseña y me siento tímido.
¿Qué es lo que aporta la literatura infantil y juvenil y que no se puede recibir de ningún otro tipo de ocio?
La posibilidad de elegir. Yo soy consumidor de ocio electrónico y ahí participamos hasta donde el sistema quiere. No tenemos el dominio de la situación porque ganamos o perdemos a gusto del que generó el juego. Sin embargo, con la literatura infantil no. Lo que prima es la libertad del lector para elegir: parar de leer, decir que no le gusta, poder adelantar páginas e incluso de convertirse en uno de los personajes. Esa libertad no se encuentra en muchos ámbitos del ocio. La literatura nos hace dueños del momento y del proceso.
Hace ya 20 años de tu primer relato. ¿Cómo ves en la actualidad la literatura infantil y juvenil en Canarias?
Hay un buen nivel. Mucha gente que quiere escribir y que escribe aunque existe un gran problema de distribución que dificulta que esos nuevos escritores puedan llegar al público. La literatura infantil no es tomada en serio. La muestra es que la ubicación de la zona infantil está claramente en desventaja con la zona donde presentan los autores que no son de literatura infantil y juvenil.
¿Se asocia a los colegios?
Yo creo que aún no está asociado al arte ni a la creación. Como escritor intento no disfrazarme, buscarme…Tengo los mismos problemas, a la hora de escribir, que cualquier otro autor que no escriba para niños y jóvenes. Hemos avanzado muchísimo gracias a figuras como Ernesto Rodríguez Abad, Pepa Aurora, Cecilia Domínguez. Es de valorar que una premio Canarias haya publicado literatura infantil. Pero todavía queda por andar para que ese reconocimiento sea generalizado.
¿ Hablas de más apoyo fuera de los colegios?
Exacto. Es verdad que la literatura infantil sobrevive y vive de los colegios porque en las librerías de Canarias los grandes best seller nos comen a los autores locales. No tenemos la posibilidad de hacer la promoción de un libro como una saga o un youtuber. Y, desde el punto de vista económico, tenemos que combinarlo con otras profesiones porque no se puede vivir de esto.
En las librerías los autores de literatura infantil canaria están aparte, a veces en la parte baja de la estantería. En las bibliotecas ocurre que también están aparte del resto de la literatura infantil y juvenil.
Tres cosas con las que se podría avanzar en favor de la lectura infantil y juvenil canaria
La distribución, el apoyo a los escritores nuevos y la visualización.
Como docente, ¿te puede tu faceta de maestro a la hora de escribir?
Es verdad que no puedo dejar de ser maestro porque , además, adoro mi profesión. Amo mi trabajo pero cuando escribo trato de olvidarme de ese didactismo con el que muchos docentes vivimos todos los días. Una cosa es la pedagogía y otra es la literatura. Huyo de la literatura finalista.
¿Qué es Animalec?
Animalec surgió hace tantos años que creo que es la primera página de animación a la lectura en Canarias. Recuerdo que internet explorer iba por la versión 3.0… Lo que intentaba y sigo intentando es una página para que las personas que se quieran acercar a la literatura infantil y juvenil se encuentre con los libros. Con la parte literaria y la pedagógica pues nació cuando yo trabajaba en el Centro del Profesorado Las Palmas I y era asesor para las bibliotecas escolares. En ese nuevo universo que nacía y que era internet encontré una vía para comunicarme con el profesorado. De buenas a primera empecé a contactar con gente de México, Perú, Argentina, del resto de España y vi que era una herramienta extraordinaria.
A día de hoy, ¿sigue siendo una herramienta de apoyo al profesorado o está abierta al público en general?
Ahora está muy abierta: a las familias, al profesorado, a quien quiera. Recibo peticiones para hacer reseñas pero no tengo tiempo y, además, mantengo la filosofía inicial de no tener publicidad ni subvenciones. La página la mantengo yo con la ayuda de Bilenio y la editora Verónica Rodríguez, para correcciones. Ahora hemos tenido un reconocimiento que fue una sorpresa y una alegría. Nos otorgaron el ISSN, que significa que la Biblioteca Nacional lo considera una publicación electrónica de literatura infantil.
En cuanto a la literatura para adultos también has escrito…
He publicado para adultos, sobre todo relato corto, uno de los libros, “El callejón del Conde Albrit”, pero sabes qué pasa que yo nunca he considerado que hago literatura infantil. Lo que ocurre es que me leen muchos niños. Pero cuando más me emociono, y ahí sí que puedo decir que siento orgulloso, es cuando una persona adulta me lee y me dice que se ha reencontrado con su infancia.
¿Leer es hacer renacer a los niños que viven en nuestro interior?
Sí, es que seguimos teniendo las mismas necesidades de entonces pero estamos domados. Seguimos necesitando la fantasía, el contacto humano, soñar, imaginar, reírnos de las cosas y patalear. Por ejemplo, los álbumes ilustrados: «La Pirata más feroz del mundo», «La Gota», «El Monstruo»… son para adultos.
Todos tus libros tienen hermosas ilustraciones, no sólo los álbumes ilustrados. ¿Cómo trabajas con estas artistas del pincel?
Me encanta cuando encuentro una ilustradora con la que soy capaz de hacer un trabajo conjunto. Mi trabajo sin las ilustradoras tampoco tendría sentido. Les dejo total libertad porque yo y, Bilenio también, buscamos más un estilo de persona que de ilustración. Mucha gente dibuja muy bien pero no todos conectan con la historia.
En “Laozí y Tse”, mi último libro, hemos trabajado con Mónica Hernández que es una ilustradora canaria muy joven. Como escritor ha sido importante encontrarme con artistas, donde la conexión le ha dado al libro otra dimensión.
¿Cómo consigues esa conexión?
Porque yo me hago conocer.
¿Es importante apoyar a los ilustradores?
Sí, a ellos les cuesta aún más que a los escritores. Desde Bilenio buscamos siempre ilustradores que se desarrollen o vivan en las islas. O que sean canarios que viven fuera.
Laozí y Tse es el libro que Daniel Martín presenta en esta feria. Cada lector encontrará su camino, su mirada: curiosa, inquieta, luminosa, tranquila… Para mí ha sido una historia donde reaprender a confiar, con todas sus letras, en un paseo de dragones y mariposas, de la mano de Daniel Martín Castellano y de la ilustradora Mónica Hernández Díaz.
En la zona de juegos o con las manos al cielo Daniel Martín nos regala magia. No pares de reírte Daniel.
